Zagreo es un maravilloso y poco habitual personaje masculino: es empático, sincero, honesto y altruista. Se preocupa por sus seres queridos, busca siempre ayudarles y no teme disculparse ni hablar abiertamente de sus sentimientos. Estas virtudes son las que le ayudarán a poder lidiar con las distintas relaciones de un modo sano y comunicativo:
Ayudará a los trágicos personajes separados dentro del propio Hades, con quienes forjará bonitas relaciones: logra reunir a Orfeo y Eurídice, a Patroclo y Aquiles, y a Nicte y Caos. Al final incluso, se acabará disculpando por si se ha entrometido demasiado en vidas ajenas. Sin embargo, le harán saber que están agradecidas por lo que ha hecho, y que valoran mucho su amistad (en el caso de Aquiles, como mentor, y en el caso de Nicte, como madre).
A nivel personal de Zagreo, se llevaba fatal con su padre, Hades, y su madre (Perséfone) marchó del Inframundo cuando él nació, pues pensó que estaba muerto. Nicte, actuó como una madre para Zagreo. Al final Zagreo logra unir los lazos rotos:
Perséfone, tras varias visitas de Zagreo, vuelve al Inframundo por voluntad propia, pues cree que de verdad pueden ser una familia de nuevo; con Hades, logra limar asperezas, y tratan de mejorar su relación. Aunque tenga un carácter fuerte, su amor y sus ganas de hacer las cosas mejor, son genuinas. Y para Zagreo, que Perséfone vuelva no supone renegar de Nicte, al contrario: le recalca que siempre le agradecerá lo que hizo por él, que la ama, y que está feliz de contar con dos madres.