Guía para el BDSM low-cost (parte dos)

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Continuación directa de la primera parte (aquí), que recomiendo leer antes de seguir con este articulo:

Amordazar

Busca una prenda de ropa ni muy gruesa ni muy grande y, si puede ser elástica, mejor. Pañuelos de todos los tipos o incluso calcetines largos sirven. Prueba a enrollar sobre sí misma la prenda hasta que quede más fina, y así la boca no se “llena” en exceso. Atar alrededor de la boca, mordiendo para asegurar que no aprieta demasiado y que se puede respirar correctamente, así como que no hay demasiado problema en liberar saliva en caso necesario. El nudo mejor sencillo: es preferible tener que apretarlo varias veces, que no complicarlo demasiado y tener dificultades al quitarlo, porque puede llegar a agobiar.

Recomendable tener tijeras cerca (otra vez, cuidado con la punta). 

Pero si quisiéramos emular una gagball (el amordazador por antonomasia del BDSM), algo se puede hacer: Una medias, mientras no sean de rejillas muy grandes, servirán. Son finas, elásticas, fáciles de cortar. Haces una bola con un calcetín pequeño y la introduces dentro; acto seguido, enrollas la media de tal forma que la bola quede bien compacta en el centro y que no se pueda deslizar hacia los lados. Luego la atas, y ya la tienes. No es una mala improvisación.

Pinzas de plástico

Pinzar la piel puede ser excitante, ya que hay zonas del cuerpo que toleran muy bien este dolor. Hacerlo en los pezones es algo muy popular. Y aunque da bastante respeto (con razón), si se va con cuidado, nadie se hará más daño del que guste. Puedes utilizar pinzas comunes de tender, de plástico o madera. Recomiendo de plástico, porque las de madera son mucho más fuertes.

En cualquier caso, si aprietan demasiado, puedes dejar que aprieten una superficie muy gruesa durante unas horas, hasta que notes que se han aflojado. Y recomiendo que busques un mapa del cuerpo en internet que indique qué zonas son indicadas para pinzar; seguridad.

Velas

La cera caliente de la vela sobre la piel, pueda dar una fugaz pero intensa sensación. Y como ya sabemos, dolor y placer a veces no están muy lejos el uno del otro (en el equilibrio que encuentres) . Cuando se trata de velas comunes, dependiendo de la cera, puede llegar a quemar bastante: o bien porque se derrite muy rápido, porque cuando vamos a verter una gotita cae mucho más que eso… así que MUCHA precaución. Aunque realmente sea muy complicado hacerse mucho daño, si no se va con cuidado puedes llevarte un susto que te quite las ganas de volver a probar algo relacionado con el dolor.

Si quieres intentarlo, que sea bajo tu cuenta y riesgo, pero asegúrate de probar primero la vela: a ver cuánto tarda en calentarse, cuánta cera derrama, etc. Y sobretodo, pruébalo primero en zonas que tengas comodidad para moverte y reaccionar. Por ejemplo, probarlo sobre el brazo, o sobre tu mano (unas gotitas).

Por supuesto que existen velas específicas para jugar con su cera, cosa que recomiendo si quieres experimentar de forma segura, aunque valgan más caras. De hecho, hay algunas que su cera acaba siendo un aceite de masaje que no quema ni duele, pero está la excitación de que provenga de una vela encendida. En la variedad, está el gusto.

Utilizar objetos cotidianos para masturbar

Primero y principal, cosas que NO se puedan romper o partir. Tampoco objetos compuestos por piezas y que puedan desmontarse en algún momento. Segundo, siempre que se pueda, cubrirla con un preservativo. Esto es incluso recomendable al usar juguetes sexuales convencionales, para la mayor higiene y seguridad posible. Por lo demás, que cada cual explore sus límites con precaución. Todo esto, en referencia a objetos introducidos al interior del cuerpo.

Aquí incluiría una segunda compra recomendada, y esa es el lubricante con base de agua. Esto es porque los lubricantes más comunes pueden comprometer (sobretodo) la flora y el PH vaginal. Los de base de agua en principio son muchísimo menos agresivos. Al final la lubricación siempre es bienvenida, y cuanto más natural, mejor. 

¡Y hasta aquí este viaje!

Ojalá os haya sido de ayuda, os haya dado curiosidad, y os animéis a probar algo. Recordad que la seguridad siempre tiene que ir por delante, y nunca está de más que os informéis todo lo que podáis sobre lo que os guste.

A disfrutar.