Este artículo contiene spoilers del capítulo 3×01 de la serie Pose.

Situémonos: Pose, primera temporada, tercer capítulo. Después de muchas dudas y remordimientos, parece que Stan (Evan Peters) comienza a tener las cosas claras y decide alquilar un piso para Angel (Indya Moore). Ambos van a verlo, hablan ilusionados sobre su relación y se animan a tener relaciones sexuales por primera vez: se besan, se quitan la ropa, Stan agarra un condón… Vale, espera. ¿Cuántas veces se ha visto en el cine o en la televisión que se use preservativo en una escena de cama?
Pues este plano aparece por dos razones. La primera, porque forma parte de la narración de la escena, que gira alrededor del compromiso que poco a poco está forjando la pareja: Stan no se había atrevido hasta ese momento a cruzar lo que él considera la línea de la infidelidad (tener sexo con Angel y traicionar a su mujer), y ese gesto nos enseña su convicción de “ir en serio” con ella (por eso es él quien coge el condón, y no Angel). Y la segunda, es porque en la serie se habla abiertamente de SIDA y VIH. Cuando llegamos al tercer capítulo ya se ha mencionado varias veces la enfermedad y se nos ha presentado a varios personajes que la padecen, igual que se ha hablado del sexo seguro, así que mostrar un preservativo en una escena de cama se lee no sólo como una reafirmación del mensaje, sino también como lo más normal del mundo.
Pero es que su uso debería ser visto como lo más normal del mundo.

Según la última encuesta de la Sociedad Española de Contracepción (SEC) un 23,6% de los y las jóvenes de entre 16 y 25 años no utiliza métodos anticonceptivos en todas sus relaciones sexuales, y el “deseo incontrolado” se sitúa como la tercera razón para no hacerlo. Pero el preservativo es el único método eficaz para evitar las enfermedades e infecciones de transmisión sexual, además de los embarazos no deseados.
En la escena de cama entre Angel y Stan se utiliza uno de forma evidente y normalizada, pero, por desgracia, ver esto no es lo habitual. Y no lo es porque se considera que el que los actores y actrices hagan una pausa de tres segundos para coger un preservativo “corta el rollo” o “no pega en la escena”, pero Pose nos muestra un momento de intimidad entre dos personajes donde su uso no estropea en absoluto la atmósfera de la escena. De hecho, además de reforzar este momento de intimidad, se consigue remarcar el mensaje que se intenta transmitir y abrirle una ventana al espectador a la mente de un personaje.

Si damos por sentado que el hecho de sacar un preservativo en medio de una relación sexual estropea el momento es porque ni siquiera tenemos integrado su uso como una parte más del acto. Como si te acostaras con alguien y te dijera “oye, ya que estás aquí, ayúdame a hacer la declaración de la Renta”. Eso sí que no pega y corta el rollo, pero ponerse un preservativo no. Porque ponerse un preservativo tiene que estar tan interiorizado como cualquier otro momento de la relación sexual, porque simplemente forma parte de la misma. Y la cultura también juega un papel importante en esta normalización.